Si algo sobra a la hora de explicar la falta de ventas, son pretextos. Las hay para todos los gustos y opiniones, y si bien es cierto que no se puede decir que en algunos casos no sean una realidad, también es verdad que, a la hora de explicar la falta de ventas, a veces se deja volar la imaginación en exceso.
Pongámonos en el mejor de los casos, en ese en que la excusa tiene algo de cierto. El verdadero problema reside en no hacer nada por solventar la situación. Por duro que suene, se puede afirmar que a veces se gasta más tiempo en justificar, que en buscar soluciones al problema.
No se puede esperar que todo salga redondo a la hora de cerrar una venta, así por cosa del azar. Ser vendedor requiere de jugar con una serie de condiciones que están dadas, y no con las que se esperan. No vale pasarse la vida justificándose con toda clase de historias sin argumento. Son muchas las excusas que se ponen por delante a la hora de explicar el fracaso en las ventas. Aquí van las cincuenta principales.
¿Y por qué no explicas bien a tus clientes la calidad de tu producto? Háblales en términos de valor. Por increíble que parezca, muchas personas están dispuestas a pagar más con tal de que la calidad del producto sea mejor.
Las vacaciones, la época electoral, el comienzo del año, el final del mismo… Si queremos ver un “mal momento”, lo veremos allá donde nos lo propongamos.
A los clientes hay que hablarles en cuestión de beneficios y explicarles lo que van a ganar si se quedan con nosotros.
Pues si no te dan la ocasión, te la inventas. Contamos con la propia información de la empresa y con fuentes externas para capacitarnos a nosotros mismos.
En el caso de que el inventario sea propio, se evaluarán alternativas para incrementar la rotación. Si por el contrario es de la competencia, hay que estar atentos a la siguiente reposición.
¡Hay un millón de formas de contactar con el cliente! Pero en el peor de los casos, habrá que dirigir nuestros esfuerzos hacia otro objetivo. Clientes potenciales hay por todos sitios.
Pues ya sabes lo que tienes que hacer: hacerte su amigo tú también. Establece relaciones con tus clientes, generando un valor incluso antes de la venta.
Esto sucede por no resaltar lo suficiente la diferencia. Si ven que un producto se puede sustituir fácilmente por otro, te conviertes en uno más.
Las circunstancias económicas del lugar varían en función del momento. Es algo que forma parte del funcionamiento de un mercado. Esta es sólo una excusa.
Si al cliente le interesa, encontrará la manera. Por lo que desistir no es una opción, convéncelo.
Esto no significa que sea la opción más rentable para el cliente. No vale de nada un gran margen sobre un producto que se vende poco.
Los precios en sí no es el problema, sino que éste reside en los recursos y las herramientas disponibles para lograrlas.
Si te preocupa cuánto puedes cobrar por tus diferenciales, la respuesta está en que debes monetizar tanto estos como los beneficios.
¿Es por eso que lo único que importa es el precio? Para convertirse en commodity, hay que verse a sí mismo como tal. La comoditización es tan sólo un estado que se crea en la consciencia.
En ocasiones falta abastecimiento, y hay que vender a pesar de todo. Pero esto no es algo que no se pueda solucionar informándose antes un poco de lo que hay y de lo que no.
Deja de luchar contra eso, porque no puedes hacer nada. Siempre va a existir quien quiera comprar al mercado. Mejor céntrate en tus diferenciales y en el valor que genera.
Este pretexto es totalmente nulo. Si algo sobra a día de hoy es formas de promocionarse.
Por el contrario, tienes que hacer ambas cosas a la vez. La solución es simplificar los procesos, y no escudarte en la falta de tiempo.
Claro está que, de ser fácil, ya se la hubieran dado a otro. Es el momento de demostrar tus capacidades.
Si tú no crees en lo que vendes, ¿qué vas a transmitirle a los clientes para que ellos sí lo valoren?
Aprende a organizarte. No te van a asignar algo que sepan que no se puede hacer, eso dalo por seguro. Al igual que tú, ellos tampoco quieren perder el tiempo.
Si bien es cierto que tiene que haber una buena comunicación entre las diversas áreas, cada una tiene su cometido.
Hay momentos peores y mejores, pero siempre hay que hacer todo lo que se pueda para obtener los mejores resultados posibles.
Los clientes no se niegan a nuevas opciones. El problema es que no te vean como una nueva opción. ¿Qué puedes hacer al respecto?
Los negocios no caen por sí solos, siempre existen factores que ayudan. Esto es: falta de información o de seguimiento, la no viabilidad... La mala suerte no irrumpe en este ámbito.
El jefe se puede permitir una cierta ausencia, si estás ahí es porque confía en que puedes estar sin él.
Y a ti te valoran por las ventas. Una excusa más que no cuenta con argumento alguno.
Si esto es lo que realmente crees, lo más normal es que no vendas nada.
Hay que estar un poco más encima de la venta. Ser vendedor no tiene que significar ser latoso, pero tampoco estar ausente.
¿Y tu experiencia? No puedes ser igual a los nuevos, en ninguno de los casos.
No creo que sea necesario que te diga lo que tienes que hacer. ¿Te suena eso de la digitalización de las empresas? Puedes ver algunos ejemplos haciendo clic aquí y adaptar el concepto a tu proyecto.
Existen gran cantidad de medios para optimizar la web, es hora de poner manos a la obra.
Hoy día, para vender, Internet lo es todo. Y para vender en línea debes conocer el SEO, el rey. Así que deja los pretextos y consigue superarla.
O sí, ¿cómo puedes saberlo? Dale buenos motivos para sacarlo de su zona de confort.
Nada que no se pueda solucionar. Deja de invertir en temas secundarios, y contacta con profesionales del marketing digital.
A la hora de vender, las cosas claras. No estamos hablando con un amigo, se trata de trabajo. No es cuestión de acosar al cliente y que consigas espantarlo. Pero intenta, en la medida de lo posible, pactar al máximo tus asuntos.
Y ha hecho bien en pedírtelo, pero ahora tienes que pasar a la acción. No te quedes parado, sigue en contacto con el cliente.
Estamos hablando de tu trabajo. Por tanto, requiere seriedad y tienes que contar siempre con una copia de seguridad para que no suceda.
Al cliente hay que tratarlo adecuadamente, un fallo como este puede hacer que pierdas una venta. Evítalo.
Las vacaciones son necesarias, pero antes de nada debes preocuparte por cerrar todas las ventas posibles, o perderás.
Esto no influye en tus ventas, hay que saber separar lo personal de lo profesional. Estamos hablando de trabajo. Aquí los asuntos externos no importan.
La cuestión es generarlo. Razón de más para agudizar el ingenio.
Nadie nace sabiendo y en las ventas es igual. He conocido a gente que entra en este mundo con auténtico pavor a la hora de empezar a hablar con los clientes, y terminan siendo unos auténticos profesionales.
Debías haber hecho lo posible y lo imposible por no dejarlo escapar.
Si tú no te valoras, el cliente tampoco lo hará. Si estás empezando, esfuérzate por mejorar, pero lo primero es creer en tus propios valores y capacidades.
Nada que no se pueda hablar con la empresa en un momento dado. Tú quieres vender, y ellos que vendas. Si explicas bien tus necesidades, conseguirás lo que buscas.
Entonces la cuestión está en conseguir marcar la diferencia. Cuentas con experiencia en el sector, así sabes dónde están los secretos. Aprovéchate.
Todo lo contrario, debes marcarte unos objetivos y motivarte para alcanzarlos. Plantéate el reto y piensa en lo gratificante que resulta cerrar una venta cuando no es algo sencillo.
Nos hemos quedado en eso de la crisis y me temo que sigamos hablando del tema tres décadas más. Así que esfuérzate.
Necesitas salir y buscar ese crédito o trabajar el doble para conseguir el capital necesario. No te puedes quedar sentado.
Así que ya sabes, tienes 50 pretextos o la opción de enfocarte y mejorar todos los días para ser el mejor vendedor.